El festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá transformó la actividad cultural de los colombianos, y se convirtió en un escenario de paz y reconciliación en torno a la cultura.

Esta actriz de indudable talento y de genialidad espíritu empresarial, inició en Colombia su legado cultural en el Festival de Artes de Cali, uno de los eventos de mayor trascendencia a nivel nacional.

Fanny llegó a Colombia y se vinculó al Festival de Artes de Cali, fruto de la persecución de un amor, sin saber que este hecho la conduciría a descubrir el amor verdadero: el amor a Colombia, el amor a la cultura.

Y fue ese amor a primera vista que la llevo a volver a Colombia luego de viajar a Argentina en 1967.

Nuevamente en Colombia y seducida por la atmósfera de la llamada Atenas Sudamericana, se vincula con el Teatro Popular de Bogotá. En 1978 su pasión e infinita creatividad la llevó a proponerles a sus amigos la idea de la creación de una fundación y la construcción de un nuevo teatro para la capital. Es allí donde se gesta la fundación "Teatro Nacional" que logró la construcción del teatro Nacional de la calle 71, la casa del teatro y Teatro Nacional la Castellana.

Pero el legado cultural de Fanny no se quedó allí, y en 1987 de la mano de Ramiro Osorio, nació el primer Festival Iberoamericano de Teatro bajo la consiga un acto de fe en Colombia.

Y es de la mano del esfuerzo, perseverancia y la entrega de Fanny que el festival de teatro de Bogotá, adquirió una trascendencia colosal, convirtiéndose en un referente cultural a nivel mundial. Hoy esa idea fruto de la fe en Colombia cumple 20 años de transformar la percepción cultural de los colombianos.

Fanny "actriz de profunda vocación, dotada admirablemente de talento y de presencia, y empresaria infatigable, imaginativa y con una inagotable capacidad de propósitos y realizaciones" tal como lo resalta Gustavo Vasco Muñoz.

Su huella permanecerá imborrable en el corazón de los colombianos que al unísono le decimos ¡Gracias Fanny!.