Quebrada las Delicias En el día Mundial del Agua “Café y Tertulia” resalta las bellas cascadas bogotanas que para muchos ciudadanos pueden ser desconocidas.
Los cerros orientales y páramos de Bogotá no solamente son un pulmón  para la contaminada ciudad, también acogen los nacimientos de decenas de ríos o quebradas. Algunos, como el río Tunjuelo que nace en el páramo de Sumapaz, abastecen el agua del sur de la ciudad. Otros irrigan los humedales, ecosistemas estratégicos para la prevención de inundaciones y la conservación de especies. Otros, como las Delicias, Arzobispo y San Francisco forman bellas caídas de agua a su paso por los cerros. Sin embargo, la mayoría de quebradas terminan contaminadas al entrar en la ciudad, un trato ingrato para los enormes servicios ambientales y paisajísticos que prestan.

Las Quebradas de Chapinero ejemplo destacable

Las quebradas de Chapinero son un caso de resaltar. Allí la comunidad ha tenido una participación activa en los procesos de participación y apropiación. Son ejemplo de ello las quebradas la Vieja y las Delicias.
Las Delicias y el Arzobispo forman además bellas cascadas entre imponentes formaciones rocosas en los cerros orientales. Escenarios magníficos a pocos pasos de la rutina de la ciudad.

A la quebrada las Delicias se accede por el barrio Bosque Calderón. Un quiosco cercano a la avenida Circunvalar con calle 60A da inicio al recorrido por un camino ecológico con puentes en madera, miradores y muros verdes. Todo esto hace parte del convenio para la recuperación de la quebrada.

Quebrada las DeliciasQuebrada las Delicias  Quebrada las Delicias Quebrada las DeliciasQuebrada las Delicias 
Tan pronto como se entra en la reserva forestal el paisaje cambia, el agua corre cristalina y se forman caídas de agua de varios tamaños.

Quebrada las DeliciasTras unos minutos de caminata con el sonido del agua como acompañante se llega a la caída principal, el agua recorre en chorros independientes las irregulares rocas cubiertas de vegetación.
No lejos de allí, el río Arzobispo recorre el parque Nacional. Y entre el imponente boquerón formado por el cerro del pico del águila y el cerro del Cable se ubica el Salto del intruso.

Justamente el Parque Nacional nació por la iniciativa del presidente Enrique Olaya Herrera de salvaguardar la cuenca alta del río Arzobispo, cuyo nacimiento tiene lugar en la laguna el Verjón en el Páramo de Cruz Verde.

Más al sur, saltos de menor tamaño son creados en el trascurrir del río San Francisco o Vicachá en la localidad de Santafé muy cerca de la estación de Funicular de Monserrate. El recorrido comienza en el puente Holguín, que data de 1980  y el Chorro de Padilla, primer suministro de agua de calidad aceptable para la ciudad. Es un escenario histórico además de natural. En cercanías se encuentra también la bocatoma de un antiguo acueducto y una vieja casona dónde funcionó el Molino Esguerra, uno de los molinos que en la Colonia aprovecharon la fuerza hidráulica del río.

Cascada el intruso Rio arzobispo Río san Franciscovocatoma en Río san Francisco 

Contrario a lo que se podría pensar Bogotá es una ciudad rica en patrimonio natural, con paisajes y recursos que exigen esfuerzos de los ciudadanos para su preservación.

Horarios de la Montaña (Tomado de amigos de la montaña)

EAAB Quebrada la Vieja. El ingreso es de lunes a sábado de 5:00 a.m. a 9:00 a.m. Se debe salir de la montaña antes de las 10:00 a.m., hora en que la puerta se cierra definitivamente.

Quebrada las Delicias. Se puede caminar todos los días, incluyendo domingos y festivos. Como en esta cuenca se está desarrollando un proceso de recuperación ambiental, las visitas deben coordinarse con las vigías ambientales de la quebrada. Sofía López, cel. 312 5133537.

La Chorrera, el Chiflón, Bella Suiza y Peña Azul. Los Encantos de Choachi.

Cascada el Chiflón Bosque encantado Cascada la Chorrera

Que el salto de agua más alto de Colombia esté a 45 minutos de Bogotá es un suceso afortunado que pocos visitantes y ciudadanos de la capital saben aprovechar.

Con 590 metros de altura, el agua de la Chorrera recorre en su descenso un imponente cañón verde creado por los cerros Alto Grande y el Amarillo. Sin duda un alimento para el espíritu.

Al lugar se llega tras caminar por un vistoso sendero, empedrado en algunos tramos, cubierto con árboles llenos de musgo, helechos y bromelias, demarcado por monumentales rocas e interrumpido por riachuelos y caídas de agua.  El recorrido está acompañado por el sonido del agua y la pertinaz niebla que aparece o se esfuma caprichosamente y condiciona la vista de la cascada en todo su esplendor.

la Chorrera Choachi Orquídeas y bromelias

Como anticipo a la Chorrera se encuentra la cascada El chifón, aunque de menor tamaño no deja de ser una imponente caída de agua. El Chifón se muestra siempre en su plenitud, a diferencia de la Chorrera, cuya imponencia puede quedar eclipsada por la niebla o la escasez del agua.

El Chiflón además se puede disfrutar con esmero. Los más intrépidos se arriesgan a tener un contacto directo con las frías aguas. Pero también es posible recorrerla aprovechando los diferentes senderos ecológico creados por la comunidad que conformó la reserva para preservar este paraíso.  Tras el salto hay una pared vertical de roca escarpada que permite atravesar la cascada  o practicar rapel. Sin igual es la experiencia del camino que permite ubicarse justo detrás de la cascada y presenciar de cerca la caída del agua.

Detrás de la cascada Cascada el chiflón Cascada el chiflón

En la reserva, o en las casas al lado del camino, es posible disfrutar de la gastronomía típica del municipio, de sus amasijos y productos lácteos. En este lugar la ruralidad aún es muy fuerte, la actividad agrícola y pecuaria es predominante, por lo que al lado del camino es posible hallar cultivos de papa y flores o variedad de animales domésticos.

La chorrera es un destino que conjuga el encanto de la ruralidad y la imponencia de la naturaleza.

Para mayor información de ubicación, servicios y tarifas puede consultar la página del Parque Aventura la Chorrera.

Bella Suiza y Peña Azul

Otro de los encantos de Choachí  son sus paisajes de bosque de niebla, imponentes cerros con formaciones rocosas milenarias,  caminos reales,  aguas termales y sus páramos.

Al municipio de Choachí se llega por la vía que parte de la avenida los comuneros. Justamente en la calle 6, al occidente de la avenida Caracas, se encuentra la estación de la empresa Transoriente, donde parten buses para los municipios de Choachi, Fómeque y Ubaque.

Tras dejar atrás los barrios más alto de la ciudad, la carretera se interna en un bosque de grandes árboles. La vista es sin igual, pues permite una panorámica de la ciudad incrustada entre los cerros de Monserrate y Guadalupe, cuyos santuarios son perfectamente distinguibles. La vía  continúa osada entre riscos y abismos  para luego internarse en el páramo, cuya vegetación típica es apreciable desde la carretera.

Y es justamente el páramo el escenario de una de las caminatas clásicas en Choachi, que de Peña Azul conduce al páramo de Cruz Verde.

 Peña AzulPeña Azul

El recorrido empieza por un camino empedrado que conduce a Peña Azul, una imponente montaña rocosa, en cuya base se encuentra un bosque sacado de un cuento de hadas.  Y es que el musgo en el piso y en los árboles, cuya copa impide ver el cielo, dan una atmósfera única al lugar. La presencia o ausencia de luz, consecuencia de la espesa vegetación o las condiciones climáticas, hacen que el escenario varíe entre un bosque de ensueño y uno de tinieblas.

Bosque encantadoBosque encantado Bosque encantado

Tras realizar el ascenso el contraste es evidente, pues de un tupido bosque se abre a la vista un valle de frailejones. Si hay niebla la sensación será sobrecogedora, si está despejado será posible admirar la imponencia de la meseta sobre el valle y la dimensión de la hazaña del acenso. En días despejados es posible ver el valle que acoge los municipios de Une, Fómeque, Cáqueza y Choachí.

El camino que recorre el páramo se encuentra adyacente al filo de la montaña, permitiendo contemplar el paisaje o advirtiendo las formaciones rocosas que toman formas humanas y que en el pasado inquietaron a nuestros ancestros.

Piedra del indio Páramo el verjón

Cuenta la tradición que la piedra del indio, como se le conoce a la formación saliente de la peña con evidentes facciones humanas, es en realidad una indígena que custodia y protege las poblaciones de Ubaque y Choachí.

El recorrido transcurre entre bosque de frailejones, pequeñas lagunas, el silencio y el variante clima de páramo.

Bien sea en la intimidad de los páramos, entre caminos ancestrales o entre el sonido del transcurrir del agua, Choachí es un escenario para la renovación del espíritu en el contacto con la naturaleza.

Páramo Cruz VerdePáramo Cruz VerdePáramo Cruz Verde  

Más imágenes en Re-Korridos

Subachoque CundinamarcaLa Pradera, Subachoque Cundinamarca

El municipio de Subachoque se ubica a 45 kilómetros de la ciudad de Bogotá, en la provincia de sabana de occidente.

Es un municipio rico en paisajes e historias, que requiere ser nombrado cuando se relata la historia ancestral muisca, la historia de la colonización española, las guerras civiles en la era republicana, el desarrollo industrial de la sabana de Bogotá, e incluso, la historia de la aviación en Colombia. Y es que de cada periodo quedan notables vestigios. El mismo nombre del municipio, Subachoque, es un vocablo muisca que significa “Frente de Trabajo”

Igualmente quedan vestigios de los asentamientos españoles promovidos por la Real Audiencia, que obligó el desplazamiento de las comunidades indígenas a los municipios vecinos. Se conserva también el camino real de el Tablazo, que atraviesa indómitos paisajes de páramo e imponentes montañas.   

Bosque de bromeliasPáramo el carrasposo Subachoque

Justamente los escenarios naturales son uno de los mayores atractivos del municipio. Entre ellos el cerro y páramo el Carrasposo, la laguna Encantada, cerro y páramo de la Soldadezca, los pantanos de Arce y el cerro el Tablazo, llamado también “el balcón de Colombia” por su sin igual vista.

Además de la vista panorámica  sobre la provincia del Gualivá, la escarpada cuchilla del cerro el Tablazo merece una mención en la historia de la aviación civil en Colombia, no en vano se le conoce como el “cementerio de aviones”.  Uno de los mayores siniestros aéreos ocurrió en 1947, en el que murieron 53 pasajeros de un avión de Avianca. Se dice que para la fecha se le consideró uno de los más trágicos accidentes de la aviación. Otros accidentes  de avionetas, menores aunque igualmente fatales, ocurrieron en 1946, 1947, 1968 y 1972.

Además de accidentes aéreos estos paisajes fueron testigos de confrontaciones, como la batalla de Subachoque, que enfrento a Tomas Cipriano de Mosquera y Mariano Ospina Rodríguez, en cabeza de el general Joaquín  París, en 1861.

Cerca al Tablazo se encuentra el Pantano de Arce un complemento perfecto al imponente paisaje. Se trata de un embalse construido para el abastecimiento de agua en el municipio.

Pantanos de Arce. SubachoqueCerro el Tablaza. Subachoque

En los diferentes cerros es posible encontrar imponentes páramos con sus característicos frailejones (Espeletia grandiflora), variedad de formaciones rocosas y cuevas. Es oportuno hacer un llamado a las autoridades y comunidad para proteger este patrimonio ambiental, salvaguardarlo de la minería que devora la sabana de Bogotá y proteger los páramos del avance de los cultivos de papa.

Aves de Subachoque

Es también un excelente escenario para la observación de aves. En la caminata con el grupo Re-Korridos del 10 de marzo de 2013 fue posible ver ejemplares de rey del bosque (Pheucticus aureoventris), viudita de rio (Sayornis nigricans), reinita gorjinaranja (Dendroica fusca) migratoria del norte, clarinero (Anisognathus igniventris), águila de Páramo (Geranoaetus melanoleucus) y colibrí cometa colinegro  (Lesbia victoriae)

 reinita gorjinaranja (Dendroica fusca) colibrí cometa colinegro  (Lesbia victoriae)

Patrimonio industrial

Museo de la Ferrería de La PraderaEn cuanto a patrimonio industrial la  inspección de la Pradera ofrece un interesante ejemplo. A mediados del siglo XX se estableció la ferrería de la Pradera dando lugar al asentamiento urbano de igual nombre. La fundación de la empresa siderúrgica estuvo a cargo de los hermanos Julio y Pablo Barriga Villa y Alejandro Arango. Esta empresa produjo por primera vez en Colombia rieles y acero estructural, según reza un placa en uno de los hornos. En 1990 se consolida el Museo de la Ferrería de La Pradera. El visitante encuentra allí el emplazamiento de las antiguas instalaciones del alto horno, chimeneas, túneles de conducción del aire, hornos de coke y varias de las antiguas casas donde habitaban los empresarios de la ferrería. Además de museo el lugar es un parque abierto al público, un afortunado hecho para el patrimonio industrial colombiano, uno de los más vulnerables.

horno de chircal en la Pradera Subachoquehorno ferrería la Pradera

Caminar por Subachoque

El acerbo de historias y riqueza natural hace de Subachoque un destino predilecto por los grupos de caminantes, que se aventuran a conocer los escenarios de páramo, bosque alto andino, bosque de niebla, cuerpos de agua y demás atractivos que vale la pena recorrer. Para hacerlo varios grupos de caminantes suelen programar actividades. Algunos de ellos son pagos como los ofrecidos por grupos como Fundación Senderos y Memoria, Salsipuedes y Caminantes del Retorno que incluyen seguro, transporte y refrigerio.   Otra opción son los recorridos gratuitos como los de Re-Korridos, los patialegres o los patibravas, donde los caminantes van bajo su propia responsabilidad y asumen el transporte. En todo caso los diferentes caminos de Subachoque, el Tablazo o el Carrasposo, son destinos obligatorios para descubrir los paisajes de la Sabana de Bogotá y Cundinamarca.

Panoramica Subachoque rural

Panoramica Subachoque, páramo Carrasposo.

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